lunes, septiembre 12, 2011

atropellando postes podridos invisibles

En una velocidad

el amanecer se hizo invisible.

No para uno, para todo lo demás,

que en ese estado, tampoco estaba.


En una cierta velocidad había uno solo

y un magma de hierro caliente

que en la mente presionaba.

Y entre las rejas propias era un autómata

... de su auto

de la casa

de lo que pensaba

que pensaba

De unos papeles que eran mounstros

y sin hacer nada, tan quietos amenazaban.

Y las palabras.


El mundo palabras pero no amanecer

ni cielo, ni estrellas, ni tierra, ni plantas

en una velocidad autoinflingida por el afuera.


Que no hay, no hay afuera.


Si hay afuera punición.

¿Punición?

¿más que la cárcel de Nada?

cavar y cavar y cavar y caer

.

ahí adentro ya puede descansar de no haber vivido
es lo que es cuando esta siendo

SONREIME AHORA, TRATAME BIEN

te puedo y me podés

hay amanecer

amarillo, violeta, redóndo, eterno, etéreo

otra velocidad, otra.

No hay comentarios: