Lavando los platos en el reducido lavatorio de manos del baño, ví romperse mis más amados desayunos en mil pedazos. Se diluían así también las largas noches de estudio. El vilo posibilitado por esos cafés.
En seguida la imágen de mi abuela. Trabajando en la ruta, juntando de a pesito, de a dos pesitos, de a pensamientos de a horas de espera, de a horas de hambre, de a horas de pan... Con el banquito, sin él, con frío, con calor, de mañana, de invierno. Y al fin con el orgullo de haber podido regalarmela porque algúna vez me había escuchado desearla.
Bueno, ... mas o menos 70 pesos. ¿Mugrosos pesos? Mugrosísimos, malditos, horribles, esclavizantes.
Pero todo el frío, todo el dolor de piernas y la felicidad de mi abuela. Su vida indescriptible y a veces tan ajena traducida en mis desayunos. ¿Ahora obsoleta?
Y lo peor: ella ya me había dicho (siempre junto a su cansancio) que lo más frágil y lo mas caro de la cafetera era la jarra de vidrio y que no la pusiera en la heladera, porque al recalentarse podía estallar. Y no la puse en la heladera. Siempre que sobró café lo guardé en otro jarrito o luego en la heladera. (Ruidosa heladera, la mejor amiga de mis enemigas noches insomnes).
Entonces no la voy a romper, voy a tener mucho más cuidado. Y si alguien le hace algo, lo mato ¿no?. Mejor me aferro a ella, la cuido bien. ¿Así te cuido a vos? Que forma tán inútil.
Y que esclavizante y estrecho. Éste mundo de cosas con precio.

viernes, marzo 27, 2009
un segundo
domingo, marzo 08, 2009
memorias marchitas. fin - comienzo - fin - profecía

24/05/06
miro desde afuera, aterrada por lo que ya no soy
tan infinita, tan minima la luz que se muere en un rincon, sin que nadie la desee
la cara de inocencia y un miedo infernal a todo lo que sobreviene
Ruidos y pasillos que quiero borrar.
El mounstro devoró y me quede dentro de el.
en el circo mas voraz, decrepita ahora sin armas p
ara cortar la carne que esconde lo que ya no soy
Voragine maliciosa de los segundos que engañan diciendose lentos.
Contrato irrefrenable que parte cualquer garra
por mas fuerte que se aferre para salir
Los alaridos quebrantados no salvan del abismo y el corazon ennegrece
y deviene, sin posima
que curetanto miedo
en el vertigo alrededor
quisiera arrancarme las carnes a mordiscos de animal salvaje
buscando una nena muerta y hermosa
que ahora sangra mientras llora en suelo negro sin paredes.
callada hasta el fin de los mundos,
despojada de cerebro y corazon.
porque no me dejé avisar?
como volver a escalar fuera del hoyo olvidando todo lo que se pego a mi memoria?
es horrible saber que cualquier comienzo me va a volver a traer a donde estoy.
y cansada de la farsa del mundo y sus titeres enfermos, solo pienso que la salida a un quieto limbo eterno es el silencio,
y se con toda firmeza que lo voy a violar,
para bailar esa danza inmunda que no lleva a ningun lado... un espiral decrepito.
veo congelados en un papel brillante los ojos inocentes que maté
ahora con solo sed de veneno. Soledad. recordando cada NO que mato al mundo. tanteando la mas cruda pesadillala mirada ahora sin forma. y la ilusion duele y la deje lejos.
sin edad
atarme a la cama y esperar ser una momia
prohibir a mi mente exitarse frente a los estimulos constantes del afuera,
solo silencio.
... como marioneta feliz que no sabe que su madera no es nada y se cree que es importante que la aplaudan.
si las astillas salieran volando, nadie entenderia nada.
aunque se clavaran en los ojos de los espectadores
domingo, marzo 01, 2009
Molinos
Ellas se van y te dejan sus gatos
yo enterraba mis palabras
como santos que piensan en sexo
con los límites bien firmes
corriéndose todo el tiempo
grilletes en las muñecas
las paredes y sus grietas
ellas se van, hacen como si nada
y yo tengo personas que me hablan
ya sin oir mis pensamientos
son otras voces rumiando por dentro
Ellas te dejan
y yo me muerdo
yo enterraba mis palabras
como santos que piensan en sexo
con los límites bien firmes
corriéndose todo el tiempo
grilletes en las muñecas
las paredes y sus grietas
ellas se van, hacen como si nada
y yo tengo personas que me hablan
ya sin oir mis pensamientos
son otras voces rumiando por dentro
Ellas te dejan
y yo me muerdo
bostezos

yo Soy
todo lo demás no existe
todo lo demás es mentira
todo lo demás es silencio
No vengas a buscarme
no me voy a compartir
Yo solo seré.
Ya cansada de intercambios obsoletos
porque no te compartis sólo en mí
La venus de milo está aquí. La diosa de la sabiduría.
Pero siempre querrás caminar otros techos. Siempre el anhelo de relamerse de lejos.
Deseos y no deseos. Complejidades y descomplejos.
Yo no doy tantas vueltas, voy derecho.
Intentas juzgar.
Como si uno mismo fuera capaz de decir en voz alta lo que le pasa por dentro, sin equivocarse, sin mentir.
Lo áspero de nuestras charlas
me pedís que reflexióne. Es imperdonable.
Para qué dejar que nos sigamos engañando.
Siempre sufriendo bajo alguna sábana.
Siempre quedando cayados, o desoyendo.
Algo nubla mi certeza de que puedo dejarte. Y no sé de dónde proviene su poder.
Y los cuchillos que van y vienen nuestro aire.
Temo que mi corazón se haya esfumado.
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